Los niños con TDAH a menudo luchan con problemas de sueño. Dificultades para dormirse, noches inquietas y fatiga matutina son la realidad diaria de muchas familias. Una manta ponderada puede ser una solución simple y efectiva que ayuda al niño a calmarse y dormir mejor — lo que confirman los últimos estudios científicos.
¿Por qué los niños con TDAH tienen problemas de sueño?
El TDAH afecta el sistema nervioso del niño, dificultando la transición natural de la actividad al descanso. El cerebro de un niño con TDAH trabaja intensamente incluso cuando el cuerpo está cansado. Los pensamientos se agolpan, es difícil detenerse, y dormirse se convierte en un desafío.
Los estudios muestran que hasta el 70% de los niños con TDAH experimentan trastornos del sueño. Los problemas incluyen dificultades para dormirse, despertares nocturnos frecuentes, sueño inquieto y despertares tempranos. Menos sueño y de peor calidad significa peor bienestar al día siguiente, dificultades de concentración e intensificación de los síntomas del TDAH. Es un círculo vicioso que se puede romper.
Además, muchos niños con TDAH toman medicamentos estimulantes que pueden dificultar aún más el conciliar el sueño. Por eso los padres buscan métodos no farmacológicos de apoyo al sueño que se puedan combinar de forma segura con el tratamiento.
¿Qué dice la ciencia?
En 2024, un equipo de científicos de la Universidad de Halmstad (Suecia) realizó un ensayo controlado aleatorizado con niños con TDAH y problemas de sueño. Los resultados publicados en el Journal of Sleep Research mostraron que las mantas ponderadas pueden ser especialmente beneficiosas para niños de 11-14 años y para niños con el subtipo de TDAH predominantemente inatento (Lönn et al., 2024).
Un estudio cualitativo anterior con 26 niños con TDAH mostró que los niños que usaban mantas ponderadas experimentaban tiempos de dormirse más cortos, menos despertares nocturnos y menos distracción por el entorno (Lönn et al., 2023).
Un estudio de 2021 que incluyó a 85 personas con TDAH y/o autismo (48 niños y 37 adultos) confirmó que las mantas ponderadas mejoran la capacidad de dormirse, dormir toda la noche y relajarse durante el día. Además, los participantes informaron de mejoras en las rutinas matutinas y nocturnas (Bolic Baric et al., 2021).

¿Cómo funciona una manta ponderada?
Una manta ponderada funciona a través de la estimulación por presión profunda (en inglés: deep pressure stimulation, DPS). Esta presión uniforme sobre todo el cuerpo estimula el sistema nervioso de una manera que calma y relaja naturalmente. El efecto es similar a un abrazo o un apretón fuerte.
A nivel fisiológico, la estimulación por presión profunda afecta al sistema nervioso autónomo. Activa la parte parasimpática (responsable del descanso y la recuperación) mientras inhibe la parte simpática (responsable de la respuesta de "lucha o huida"). En la práctica, esto significa un ritmo cardíaco más lento, presión arterial más baja y una sensación general de calma.
La estimulación por presión profunda también aumenta la producción de serotonina y melatonina — hormonas responsables de la calma y el sueño. Al mismo tiempo, reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Para un niño con TDAH, esto significa una transición más fácil de la hiperactividad al estado de preparación para dormir.
Muchos niños con TDAH también tienen dificultades con la propiocepción — es decir, la percepción de su propio cuerpo en el espacio. Una manta ponderada para niños proporciona señales propioceptivas claras que ayudan al niño a sentir los límites de su cuerpo y calmarse. Esto es especialmente importante para niños que están en constante movimiento y tienen dificultades para "detenerse".
Beneficios confirmados por los padres
En estudios cualitativos, los padres de niños con TDAH reportaron los siguientes beneficios después de introducir la manta ponderada:
Dormirse más rápido. En lugar de una hora dando vueltas en la cama, el niño bajo la manta ponderada a menudo se duerme mucho más rápido. El peso de la manta ayuda a detener la necesidad constante de movimiento y da al niño una sensación de seguridad.
Sueño más tranquilo. Los niños con TDAH a menudo se despiertan por la noche o duermen inquietos, tirando la manta y dando vueltas de un lado a otro. La presión constante y suave de la manta ponderada ayuda a mantener un sueño más profundo durante toda la noche.
Reducción de la ansiedad. Los padres notaron que los niños estaban más relajados y menos ansiosos. Esto es importante porque aproximadamente la mitad de los niños con TDAH también experimenta problemas de ansiedad, que dificultan aún más el dormirse.
Mejor funcionamiento durante el día. Un niño descansado es un niño más tranquilo. Mejor sueño significa mejor concentración en la escuela, menos irritabilidad y mejores relaciones con los compañeros. Los padres también reportaron menos conflictos relacionados con las rutinas matutinas.
Mejor rutina nocturna. La manta ponderada se convierte en parte del ritual de dormir, una señal para el cerebro de que es hora de calmarse. Con el tiempo, solo ver la manta puede provocar una sensación de relajación y preparación para dormir.
¿Cómo elegir una manta para un niño con TDAH?
La regla básica es el 10% del peso corporal del niño. Si tu hijo pesa 30 kg, la manta adecuada debería pesar alrededor de 3 kg. En caso de duda, elige la opción más ligera — siempre se puede cambiar a una más pesada después.
Los estudios sugieren que algunos niños con TDAH, especialmente aquellos con el subtipo predominantemente inatento, pueden preferir un poco más de presión. Si después de algunas semanas tu hijo dice que la manta es demasiado ligera o no notas mejora en el sueño, puedes considerar la siguiente categoría de peso.
Es importante que el niño pueda quitarse la manta por sí mismo en cualquier momento. Es una cuestión de seguridad y comodidad psicológica — el niño debe sentir que tiene el control. Si el niño tiene dificultades para quitarse la manta solo, definitivamente es demasiado pesada.
También presta atención al tamaño de la manta. Debe ajustarse a la cama del niño, ni demasiado grande ni demasiado pequeña. Una manta que cuelga de la cama puede ser incómoda y menos efectiva.
¿Cómo introducir la manta ponderada?
Lo mejor es introducir la manta gradualmente. Un cambio repentino puede ser abrumador para un niño con TDAH, que a menudo no le gustan las sorpresas.
Comienza usando la manta durante el descanso nocturno — mientras ve dibujos animados, escucha audiolibros o lee. Deja que el niño se acostumbre a la nueva sensación sin la presión de dormirse.
Después de unos días, propón dormir bajo la manta durante parte de la noche. Puedes empezar cubriendo solo las piernas o la parte inferior del cuerpo. Algunos niños amarán el peso inmediatamente y pedirán más, otros necesitarán una o dos semanas para acostumbrarse.
No fuerces al niño. Si protesta, dale tiempo y vuelve al tema en unos días. La manta debe ser una fuente de confort, no de estrés. Las asociaciones positivas con la manta son clave para su efectividad.
Consejos para la rutina nocturna
Una manta ponderada funciona mejor como parte de una estrategia más amplia para mejorar el sueño. Aquí hay algunos consejos adicionales para familias con un niño con TDAH:
Hora de dormir fija. Los niños con TDAH necesitan especialmente previsibilidad. Intenta acostar al niño a la misma hora todos los días, también los fines de semana.
Limitar las pantallas. La luz azul de teléfonos y tablets inhibe la producción de melatonina. Apaga las pantallas al menos una hora antes de dormir.
Actividad física. Los niños con TDAH tienen mucha energía que quemar. Asegúrate de que el niño tenga suficiente movimiento durante el día, pero evita la actividad intensa justo antes de dormir.
Entorno tranquilo. Luz tenue, silencio o ruido blanco, temperatura fresca de la habitación — todo esto ayuda a preparar el cuerpo para dormir.
Ritual de dormir. Baño, ponerse el pijama, cepillarse los dientes, un cuento corto, cubrirse con la manta ponderada — una secuencia fija de acciones da al niño una sensación de seguridad y previsibilidad.
¿Cómo saber si la manta funciona?
Puedes notar efectos positivos después de unos días, pero para una evaluación completa se necesitan 2-4 semanas de uso regular. Aquí hay señales de que la manta ponderada ayuda:
El niño se duerme más rápido que antes. Se mueve menos antes de dormirse. Se despierta menos durante la noche. Por la mañana se levanta más descansado. Por las noches está más tranquilo. Pide la manta él mismo o protesta cuando no está.
Si después de un mes no ves ninguna mejora, considera cambiar el peso de la manta o consulta con un terapeuta ocupacional que pueda ayudar a adaptar la estimulación sensorial a las necesidades del niño.
Preguntas frecuentes
¿Es segura una manta ponderada para un niño con TDAH?
Sí, las mantas ponderadas son seguras para niños mayores de 3 años que pueden quitarse la manta por sí mismos. Siempre elige un peso adecuado al peso corporal del niño (aproximadamente el 10%) y asegúrate de que la manta no cubra la cara.
¿Se puede usar una manta ponderada junto con medicamentos para el TDAH?
Sí, una manta ponderada es un método no farmacológico que se puede combinar de forma segura con el tratamiento farmacológico. Muchas familias usan la manta como complemento de la terapia, especialmente cuando los medicamentos estimulantes dificultan el dormirse.
¿No se sobrecalentará el niño bajo la manta?
Las mantas ponderadas modernas están diseñadas teniendo en cuenta la termorregulación. Nuestras mantas tienen una funda transpirable y un relleno de microesferas de vidrio que no retienen el calor como los materiales tradicionales.
¿Cuánto tiempo hay que usar la manta para ver efectos?
Algunos niños reaccionan desde la primera noche, otros necesitan 2-4 semanas de uso regular. La clave es la paciencia y la consistencia. No te desanimes si las primeras noches no traen una mejora inmediata.
Resumen
Una manta ponderada es una intervención no farmacológica cuya eficacia para mejorar el sueño de niños con TDAH está confirmada por estudios científicos. La presión uniforme ayuda a calmar el sistema nervioso hiperactivo, facilita el dormirse y mejora la calidad del sueño. No es una cura para el TDAH ni un sustituto de la terapia, pero es una herramienta simple que puede mejorar significativamente la calidad de vida de toda la familia.
Si tu hijo con TDAH tiene problemas de sueño, una manta ponderada puede ser una solución que vale la pena probar. Segura, natural y respaldada por investigación científica — puede convertirse en un elemento clave de la rutina nocturna que ayude a toda la familia a dormir mejor.