Cada persona es diferente, por lo que la ansiedad puede manifestarse de forma distinta en cada uno. Los síntomas de algunas personas empeoran e incluso tienen que recurrir a la medicación, y algunas no pueden tolerar la medicación. Aunque las personas tienen diferentes experiencias con la ansiedad, hay algunos hechos sobre ella, pero también hay muchos mitos en torno a la ansiedad. A lo largo de los años, la ansiedad, sus causas y síntomas se han analizado en todas partes, y muchos de los hechos sobre la ansiedad se han distorsionado, de ahí que haya mucha información falsa en torno a ella.
La pandemia que ha irrumpido recientemente en nuestras vidas definitivamente no ha ayudado con el estrés y la ansiedad. La sensación de incertidumbre crea tensión, emociones fuertes e incluso dificultades para mantener la atención. Aunque el distanciamiento social puede ayudar a combatir el virus, dista mucho de ser una buena práctica para mantener una buena salud mental, que a largo plazo puede causar graves problemas.
En este artículo vamos a hablar de algunos de los mitos que rodean a la ansiedad con la esperanza de que puedan ser expulsados de nuestra sociedad, ya que a menudo impiden que las personas que sufren ansiedad pidan ayuda.
La única forma de combatir la ansiedad es la medicación
Muy a menudo, cuando una persona que padece ansiedad pide ayuda, se le prescribe medicación y se le envía de vuelta a casa. Aunque la medicación reduce la sensación de ansiedad, no ayuda con lo que la causa, por lo que la ayuda que recibe una persona puede durar poco. Por supuesto, no estamos diciendo que la medicación sea mala y que la gente no deba optar por ella. La medicación debe utilizarse junto con otras prácticas para aliviar la ansiedad, como la terapia cognitivo-conductual, la meditación, los ejercicios de respiración y un sueño de buena calidad.
Por tanto, el mito de que la ansiedad sólo puede combatirse con medicación debe seguir siendo un mito.
Puedes “superar” la ansiedad
Uno de los mitos más grandes y dañinos en torno a la ansiedad es que se pasa sola. Esto es algo que a menudo impide a la gente pedir ayuda. La ansiedad suele aparecer en episodios, algo así como las olas del océano, por lo que a veces puede parecer que la ansiedad se reduce con el tiempo, pero siempre puede volver incluso peor que antes, por lo tanto, aunque una persona se sienta mejor, debe intentar buscar ayuda. Encontrar prácticas que funcionen para ti, puede ayudarte a controlar tu trastorno de ansiedad sin perjudicar tu disfrute de la vida cotidiana.
La ansiedad es sólo una parte de la vida
Los estudios demuestran que en 2017 284 millones de personas sufrieron ansiedad, lo que la convierte en el trastorno psicológico más frecuente del mundo. En la sociedad actual es normal ir de un lado para otro, trabajar todo lo posible y mejorar lo antes posible. Estas cosas no son buenas para la salud mental de una persona. Este tipo de estilo de vida puede agotar a una persona y compararte constantemente con los demás puede hacerte sentir que no eres lo bastante bueno y hacer que tus logros parezcan insustanciales.
La ansiedad es sólo una parte de tu carácter
No hay dos personas idénticas en el mundo, el carácter de cada uno es diferente. Algunas personas son más sensibles que otras. Cierto nivel de ansiedad es natural y difícil de evitar, pero cuando se vuelve tan grande que interfiere en tu vida cotidiana, es cuando se convierte en un trastorno. La terapia, la medicina y los remedios alternativos pueden ayudar a reducir la ansiedad incluso en personas que, por naturaleza, son más sensibles y ansiosas que otras. Los trastornos de ansiedad pueden causar el mayor daño cuando se descuidan, o simplemente se descartan como parte del carácter de una persona, en estos casos el camino hacia el bienestar general puede hacerse largo y arduo.
La ansiedad aumenta por la noche
Hay muchas razones por las que la ansiedad puede empeorar por la noche. Fuentes cotidianas de estrés, malos hábitos de sueño, exceso de pensamientos. Resulta paradójico que la ansiedad se vea potenciada por el mal sueño, mientras que el mal sueño puede ser causado por la ansiedad.
La psicóloga Nichy Treadway explica que durante el día las personas se distraen y se centran más en su trabajo y sus tareas, por eso, aunque puedan sentir los síntomas de la ansiedad, pueden “huir” de ellos centrándose en otra cosa. Por la noche, todos esos síntomas reaparecen y no hay nada que te distraiga de ellos, lo que a veces hace que la persona permanezca completamente despierta.
En casos como éste, hay algunas formas de prepararte para un sueño reparador en lugar de una noche llena de ansiedad.
En nuestro artículo anterior hablamos de algunos hábitos que pueden ayudarte a dormir mejor. Uno de ellos: introducir una manta lastrada en tu dormitorio. Una manta lastrada no sólo es una forma excelente de sumergirte en un sueño más profundo, sino también de reducir la sensación de ansiedad, lograr una sensación de seguridad y, finalmente, relajarte.